agosto 09, 2011

Toccata

La sangre de sus labios
ardia en mi mente.

Sus dientes
tibios
dejaban La marca
la eterna dicha
sobre mi boca

Sus enormes parpados se levantaron
en un momento
exacto
como un sueño que se destapa
cuando la seguridad
lo toma de las manos.

Su mirada suelta
cabalgó sobre mi
y tejió en cada latido
el insaciable deseo.

El aire era la música de su garganta
que se unía a mi voz
cuando yo
también cantaba.
Mis gemidos se metían en el pecho
y me desgarraban lentamente la piel

La carne,
apenas mordida
susurraba toneladas
de ronroneos
de noches
de gatos
pero solo ella atravesaba
el universo del cuerpo
con su respiración
de palabras erectas.

Mi espalda era un río
donde los peces de colores
bailaban deseosos
de entrar en sus piernas
de hacerla temblar

Se hinchaba mi vientre
de estrellas y alas
Subían, volaban
a mi estomago
a mis venas

Todas mis almas
despertaron en el ultimo aliento
se expandieron
y mi columna se inclino
hacia el infinito.

Ah! Grité bajo el agua
Ahh! cante sobre el mar
AHhhhhhh!
mon amour
Ahhh!
en tu nombre, mujer
mis dedos se vuelven cascadas
que caen sobre mi
y las lunas de Cortazar tiemblan
en el agua
que cae a mis pies
y yo eléctrica
frenética
empapada
recuerdo tu aroma
y me elevo.











sOl.