Arboles como baldosas
ramas como pájaros
el mar silva cerca
la profundidad de mi corazón
desea
ese vaivén
de olas que mueren en la arena
ese llevarse
el alma
y ahogarla entre los peces
entre interminables miradas
vacias
Empujo el automóvil
puedo oler con mis ojos
todo el paisaje
Calles
Se derriten
de las cuatro ruedas
solo volví al bosque
con una
mis pies de barro
se vestían de viento
un grito
yo escapaba
de esa absurda velocidad
y se silenciaba el fuego
de las petrificadas mentes
ai! en todas las que fui
ha cantado el absoluto
de las estrellas
Las que pude haber sido
cuando no fui
ni en sueño ni en vigilia
han matado los instantes
que pudiera haber,
al menos,
acallado frente a los amontonados
peldaños
que suben por los pies
ante el catastrófico crecimiento
del reloj
sobre los pensamientos
Pero esto es entregar
sin remedio
mis sueños al olvido
¿cuantas hay en mi?
¿cuantos?
subo y bajo
las estaciones se van por la ventana
La noche
tiene para nosotros
aquello que ahorcan
los rayos del sol
Aquí puedo apreciar
la libertad
en esos efímeros sueños
que hasta la muerte
será la vuelta hacia el centro de mi alma
aparte de tu beso desnudo.
sol zurita
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