Errores.

Te escapas entre mis dedos.

Las vasijas rotas contra la pared de metal

mis ojos desorbitados

queriendo salirse

de los demonios carceleros de este antídoto

sin cura.

Te miro, me mirás
encontramos un instante de fuegos artificiales
un insaciable deseo de perpetuidad
para consolar el agujero

te vuelvo a mirar, me volvés a mirar
como dos leones hambrientos
a punto de estremecerse entre las tripas
de un amor caníval
una necesidad
una linda cubierta vestida de espejos
que estallan sin dudar
en el huracán de los sueños mojados
que abandonamos en el banquito
de la plaza de capital

te soltás entre mis piernas
vertis la posión del instinto en mis pupilas

pensaste en el dolor
y te desvaneciste
como el humo de tu afortunado estatismo.

Te escapaste entre mis dedos
como el fluído vital que expulsa la herida
y chorrea hasta volverse abismo seco y gastado

Te escapaste creyendo que vibrabas
por mis venas
que rujías
entre mis huesos
que tus manos eran
la piel que me envuelve

miedo a contemplarme
en movimiento y
danzar conmigo entre los charquitos de la lluvia
que nunca cayó
pero ahogó
ese único instante de remolinos que bastaron
para rasguñar
este artificial corazón