Penetrante
se clava como un cuchillo
tu verdad en mis venas.
No aguanto tu estupidez.
No quiero verte caer
por las cornizas de tu corazón
afilado.
Sos la presa
de la tiza de los sueños rotos
o no te das cuenta?
No quiero mirarte
las pupilas hinchadas
maldito esclavo
de los metales fríos de
la negra noche.
Las estrellas brillan
pero vos
vos las aspiras
Ya nada queda,
más que el vidrio empañado,
el ruido frenético
de tus dientes chocandose
un campo de truenos
en el flash
de tus ojos inquietos
Ya nada queda
más que un cádaver
ahogándose
en el charco de su sangre
y vos
bebiendo
su dolor.
Ya nada
más que el silencio
más que el espacio
más que el vacío
sOl.*
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