agosto 30, 2009

Cumplidos

Quiero que mi corazón deje de estrujarse
y sentir como cada músculo se dilata,
como cada gota de sangre
corre cada vez mas despacio
o tan rápido que no me doy cuenta
de que ya estallé.

Quiero que mis ojos dejen de estar mojados
como dos charcos
en el medio de la acera
de una lluvia que no acaba.

No acaba por que en tus labios
había flores
No acaba por que en tus noches
había sol
Por que tus pasos
los abrigaban mis latidos
y mis senderos
los escribíamos
en el misterio de descubrirnos
sin nada ver pasar.

Sin ver pasar nada,
ni siquiera
lo que pasó y se llevó todo.

Hay olor a lluvia
y es la de mi corazón,
quiero destruir las astillas
que navegan en las prisas vacías
en los llenos de nada
en los nada de todo

en la errante mirada
en el beso distante
en los deseos de elevarnos
y ser
lo que no somos

Fingir
hasta dominar la seducción
y la intensidad de
los vientos que
salen de mi garganta.

Lastimar
hasta que alguien más
aparezca a sorprenderte
o te de
eso que ya sabes
que yo no.


A mi me queda preguntarte
si sos felíz con
mi campo frenético
de lunas rancias.

si se te despiertan
las ansias de crear
con los ajenos martirios
de una simple mirada
que no espera
no espera nada
de la nada que hay.


Y vos...

sos el tabaco
que fumé
frente a tu cara
esa noche
que entre sueños
dije que

quería dormir una eternidad
y soñar el no despertar
jamás




y el alba
helada
en tu retina.









Sol Zurita Aleñá.*

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