con su cintura rota sigue sirvicial al amor
con sus ojos cansados y su sonrisa desgastada
no importa cuanto hayan insultado su cuerpo
ya no importa donde ensuciaron sus caricias
y las reemplazaron por palabras sin sentido,
palabras cansadas de un juego del destino
donde nadie ha de llegar a ningun otro lado
que al de siempre.
Qué importa Verónica?
ellos se fijaran en ellos,
pidiendo a gritos que alguien los mire
en la ausencia de su propia mirada.
Ellos tendran siempre una sonrisa de cristal
que brilla resplandeciente
y estalla
cuando la dejas de observar.
Siempre como conejos que critican
pero nunca se detienen
y visualizan instrospectivamente
para lanzar lo que tienen ganas de ser
pero no.
No lo son.
Ahora caminan por agujeros
y para encontrar el sol
solo tendran que plantar semillas
de amor.
Pero con un solo paso de odio, se pierde todo el color...
y otra vez a empezar
con su cintura rota
o sus huellas cansadas.
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