Cuando todo parece tener ansias de desvanecerse en un desierto te entregas con las manos abiertas al estruendo y alguien te acaricia la mente desde todos los lugares y ninguno desde aquel sitio de ensueño al que acudimos cuando los sentidos corren como hormigas en las heridas mientras las mariposas se convierten otra vez en gusano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario