agosto 27, 2010

ego

El ego nos obliga a ponerle rienda a pensamientos que podrian ser de otra forma, de otro color y hasta de otro sonido. Incluso hasta podrian tomarse el tren del corazon y hacer esa mirada introspectiva que muy frecuentemente se evita por causar la irreal sensacion de piel alada, por efectuar movimientos que alteran todos los sistemas que claro, a su vez, estan sistematizados por otra mente, una mente con falta de fluidez, un pensamiento con falta de pensamiento. Una mente con sentidos que se entrelazan entre si, formando una tela de araña tamaño planeta y es ahi por donde caminamos heridos, hiriendonos aun mas al dejar que esto simplemente suceda. Ahi esta la vida: frente a nuestros ojos, y miramos para otro lado. Ahi estan esas miradas sin lugar, esperando un hueco de comprension, de amor. Es simple escuchar lo que uno quiera, las palabras son hermosas, pero que sucedera mas que tener un codigo comun que decifre hechos que no suceden. Claro esta que estas son las dichas palabras que solo se sumerjen en los sueños profundos del dormir. Y al estar dormido, la conciencia de las celulas es estropeada por la llegada tardia de los nutrientes a traves de la sangre. Imaginense; Venas repletas de rios y rios de basura, haciendo oler mal cada parte del cuerpo. A veces uno tiene que soltar las riendas de sus pensamientos a los nuevos caminos que cruzamos (refiriendose a caminos como personas, naturaleza, cielo y tierra). Basta con solo saborear un fruto para que el cuerpo vibre en una sintonia diferente y comience a producir algun tipo de movimiento. Quiza hasta las celulas bailen y tus manos comienzen a pintar, mientras el oxigeno recorre suave y profundo todo tu cuerpo. Viento que vuelve hacia mi
haciendo danzar los elixires de mi mente
fuego que surje de la vitalidad de mi alma
iluminando en la noche un valle solar
agua que avecina en el exitante crujido de olas rotas
contra las piedras de la vigilia,
ese sitio donde las estaciones cambian su aroma
y vuelven a mis pies acariciando semillas en la tierra.

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