agosto 01, 2010

borrachines

Exausto de mirar con esos ojos, verdad?
y que estas viendo cuando no ves? y a que huele el aire del naufragio?

Narices chorrean por los subsuelos, vos lees y tu voz se va perdiendo mientras un torbellino se menea sobre mis piernas.

Constelaciones son el resto de la herida. Columpio entre risas, ya no se quien sos.

Te veo mirarme, me haces el amor en un abrazo por haber venido a escucharte entre pajaros sin alas. Y yo me revuelco desprevenida con gusto a vino en las galaxias.
Quiza aquellas que retienen sus pasos vuelquen sus pensamientos en esta batalla. O tal vez fueran exquisitas mariposas que entre sueños juegan a ser niños. Ojala, Ojala...grita la guitarra, y tus ojos se cierran o eso desearia...y poder acercarme tenue y radiante como el ocre otoño. Desvanecer glandulas en el ocaso del vientre. Juntar el hilo de sueños con la comisura de tu magia. besarme despacio, entre copitos que bailan en el aire hasta morir en mi ombligo. Ruedo, ruedo hielo en tu cintura. Elemental su voz viaja por el sonido de la musica, y es ese acantilado, que penetra mi piel como saxofones hundiendose en la profundidad de la noche, por el que se sumergen tormentas de magia jugando en las manos de la mujer, negra mujer. Y me ves otra vez, quiza mueva los pies al ritmo de tu enigma.
Perplejidad.
A mi tambien me pasa, suspirar con ultramar vehemencia entre las rocas de un desierto. Enumero solo por la erronea idea del deseo de lo exacto. Precisas son las olas chocando en un breve silencio.
Adjetivos danzan cuando no suena ni una melodia, y todavia preguntas porque.O para que siquiera. innumerables veces he sido una golondrina por debajo del agua. Una elocuente ave que entre latidos recita sus versos. Todavia niego algun sentido al que no nos hayamos encontrado. Pues bien certero es el oceano, que la luna deja temblar entre los peces del abismo.

Suenan crujir los perfiles de los dientes, soplidos de murcielagos congelan mi boca, acechada lombriz que escapa a tu cuerpo, demencia sutil que no sabe para donde disparar cuando no hay con que flores. con que flores!, con que flores.

Y se despide tu nunca mano sobre mi espalda, haciendo el mundo parpadear para recordar aquel sueño entre sueños.

Vos no estas.

No estas

Vos

estas.

Si fuera tan simple, si solo imaginaras que en el fondo de tu casa hay un bosque donde los niños corretean y buscan beber de esas (tuyas) alcantarillas que son (mias) revoluciones. Si! Entre hojitas se pueden descubrir hadas y naranjos. Entre los petalos del perfume pueden lucirse tus labios como estrellas. Yo te quiero, te quiero. No seria capaz de dejar de mirarla, no seria capaz de mirarla por siempre. Aunque que es esta porcion de inmensidad que entre ruinas vomita un campo de truenos. De alondras. De duendes. Y si, yo he encontrado el jardin de duendes sobre el mar, mientras tu mirada hace aletear los pajaros de mis manos, mientras el aire sabe a musica y los gritos son de harina. Sube, sube el sabor de lo amargo por la cuerda floja del panal. Migas como ojos han de derramar los heridos. Y no es el freir el cuerpo y los sentidos en las efimeras nubes. Acallar vendavales de perforadas indoles. Como es que no te conozco y aun los unicornios existen.
Cuàl es tu secreto mas profundo. Con los mismos dedos que suenan las almas del piano has acariciado esa montaña que me envuelve en cantos hasta lograr atraparme para siempre y devolverme toda libertad consumida entre barrotes. Ah madera madera hasta cuando en esas entrañas. Hasta cuando!

Surfea sobre esa palabra francesa mientras todo se dobla hasta ser lo mismo que. Ah, ella divulga sus deseos en mis supuestos errores, y que es equivocarse si no hay camino de risa? Como puede alguna boca, atreverse a pronunciar en nombre del amor, lo que es una daga aterciopelada clavandose en los gritos. Metal metalico, y no iba a ser de otra manera. Se acabo. Asi quisieras entre millares de poros como respiraciones de mis labios. Y yo solo quiero esos ojos cerrados frente a los mios, casi formando esa luz blanca entre los cuatro. Entre los innumerables. Y asi mismo me quema...cuando la estival brisa pasa rasguñando surcos. Hablan, hablan como moscas. Y que delicia ver posarse una mosca sobre mi mano. Sobre la palma de mi mano quiza sea una mariposa, o una cucaracha voladora. La vista tan entrenada que nunca ha de fallar entre claveles o claviculas o clavos que no sacan sino que vacian eso repleto para no llenarlo jamas.

Aunque si se llenen
de vos
o de mi mirandote.

1 comentario:

ALA_STRANGE dijo...

MUY poetico

me encantó!!!!!!

:)